Sobre la Virgen de Suyapa, don Carlos Slim y sus encuentros en el supermercado

¡Ay Dios mío! …¡Ay Virgencita de Suyapa! Ayer fui al supermercado y me quedé helado. ¡Qué barbaridad!  Estos políticos me arruinaron mi viernes, sábado, domingo y el resto del mes. Solo me quedé pensando en el pícaro que se llevó en carretilla de albañil los billetes del Banco Central y me dieron ganas de ir a buscarlo (no supe si para escupirlo o para que me prestara algo de lo que le quedó).

En fin, atontado entre los anaqueles de detergentes y desinfectantes, tratando de resolver esa duda existencial (y si la extendía a él que ya se va y a los que quedan enquistados en el gobierno) me acordé de la prudente carta que escribió Carlos Slim a sus empleados en el 2008. No me van a lo creer, pero casi les puedo asegurar que la Virgencita me lo puso en la mente. 

 Así que apenas saliendo del súper, me fui a buscarla al internet (a la carta, no a la Virgen), acuciado además, porque todos mis amigos me han estado contando como las empresas donde trabajan cerraron el 2013 reduciendo utilidades, despidiendo gente y vendiendo “no hay”.

Jóvenes, si ustedes pensaban que los seis años anteriores fueron terribles, prepárense para dos más. Este es un buen momento para releer unos fragmentos de la carta del señor Slim (y antes de que Tom se levante y se desilusione de su pueblo.


Carlos Slim recomendó:
“A nivel personal (hay que):
Cuidar su trabajo. No sólo implica tener la actitud correcta diario al ir a trabajar, sino procurar cuidar la continuidad de la empresa. Ser más eficiente, no perder el tiempo en internet. 

Bajar el nivel de gastos personales. Es importante que revisen sus gastos personales. Procuren no gastar en cosas que no sean de primera necesidad. 

Ahorrar lo más posible. Esto se hace aún más importante por la incertidumbre que existe actualmente. 
No comprar las ofertas de "meses sin intereses". Me preocupa mucho esta forma de mercadotecnia. Como la persona no lo echa de menos en su bolsillo en el momento, se inclina a comprar. Sin embargo, la única forma de no pagar intereses es que cada mes pagues el total de la cuota que te pusieron en la tarjeta de crédito. 

Mantenerse saludables. Las enfermedades cuestan dinero. Pónganse a dieta, bajen de peso, hagan ejercicio, bájenle al cigarro y no consuman alcohol. 

Comentar todo esto con su familia. Es importante que sus parejas y sus hijos lo entiendan.”


Estamos en enero; el mes correcto para prepararnos ante la tormenta. Pero sobre todo, no dejen de sonreír, acercarse a la familia y platicar de vez en cuando con la Virgencita…aunque sea en el supermercado.

Que La Fuerza nos acompañe…siempre.

Posdata: como soy hombre de fe, ya hice una cadena con esta nota (con copia a don Carlos) y se la mandé a diez amigos para que la Virgen me ayude a resolver mi duda sobre qué hacer con el pícaro de la carretilla. Que así sea.

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