Fotografia 101...La fotografía industrial

En 1917, Marcel Duchamp presentó en la exposición de la Sociedad de Artistas Independientes, en el Museo de Nueva York, un urinario invertido en noventa grados y el cual tituló como "La Fuente".  A pesar de que los organizadores de la exposición (y concurso) habían prometido presentar todas las obras que fueran enviadas, esta fue descalificada y ocultada al público. 

Lo que siguió fue uno de los hitos en la historia del arte y muchos califican este evento como una de sus piedras angulares. Y es que considerar pieza de arte algo que normalmente no lo ubicamos en esa categoría (y que de hecho tratamos de mantener en el anonimato), es un acto que requiere mucho valor y además, visión de cambio. 

Algo así sucede con la fotografía industrial, uno de los géneros más antiguos de la fotografía y que como suena lógico, tuvo sus inicios en la Europa de la revolución industrial.

¿Qué es la fotografía industrial? Capturar los detalles técnicos de una maquinaria, el proceso de construcción de una estructura, la producción de un bien, han sido fuente de inspiración para muchos fotógrafos desde mediados del siglo XIX.  Pero no solo para ellos; cualquier ingeniero, arquitecto, cirujano, constructor o fabricante, sabe ya en la era actual, la imperiosa necesidad de registrar paso a paso, cualquier proceso elaborado por el hombre. Solo así podemos repetir el proceso y aprender de nuestros errores y aciertos. 

Lo que no nos ha quedado claro, aquí en Honduras, son los "otros" propósitos de capturar estas imágenes y difundirlas. Es curioso, pero en en cada compañía decente, de cualquier índole, desde pequeñas hasta gigantescas, los empleados son ahora dotados de cámaras digitales para "que tomen fotos" y las envíen por internet.   Ya sea para cubrir requerimientos de seguros, de préstamos de bancos, de mercadeo, etc,. Pero, después de eso, ¿para qué más pueden servir esas fotografías?

Cuando uno viaja al exterior, lo primero que le llama la atención en los aeropuertos, estaciones de tren, metro y no digamos museos, son las colecciones fotográficas que adornan constantemente estos sitios. En cada lugar, en cada esquina (incluso hasta en los restaurantes) existen fotografías de cómo era antes y cómo es ahora. Cómo comenzó y como creció. Cómo fue y por qué somos ahora así. Más que una colección de fotografías es una colección de historias cortas que forman la historia mayor. Y sin historia, no somos nada.

Gracias a Dios, hubieron otros fotógrafos que, como Duchamp, vieron en el registro de estructuras industriales, algo más allá del simple proceso histórico o del mero proceso  de ingeniería. Vieron las oportunidades estéticas de documentar algo que no es considerado estético. Pero si nos fijamos bien, aún en el urinario de Duchamp, encontramos formas gráciles y elegantes. Vemos la parte estética de los creadores, de los fabricantes, de los diseñadores. Y conforme la utilidad de un producto se iguala a la elegancia de su forma, podemos ver la grandeza del ser humano.

De eso trata la fotografía industrial. De capturar algo más allá de lo obvio. Y eso nos vuelve mejores fotógrafos de un género que en Hondura todavía no se practica.

Gooooooooood morning Vietnam!  ¡Buiti binafi numadas!

Que la fuerza nos acompañe...siempre. 

         Tanque de almacenamiento de combustible. Cliente anónimo. Puerto Cortés. Arturo Sosa 2013.


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