Atrapando imágenes para compartir

 “En 1502 un pequeño grupo de curtidos marinos y soldados arribaron a tierras extrañas y en nombre de reyes ajenos tomaron  posesión de ellas. El grupo era comandado por Bartolomé Colón, hermano del Almirante Cristóbal Colón, quien enfermo guardaba reposo en su barco anclado en la bahía.  Era el cuarto y último viaje del Almirante y era el descubrimiento de lo que en un principio fue llamado Higueras y posteriormente Honduras.

Guiados por todas las pasiones humanas, aquel grupo y todos los que les siguieron, avanzaron tierra adentro confiados en el rugir de sus cañones y en el brillo de sus espadas. Pero sobre todo, en el infinito poder de un ejército de querubines, ángeles, arcángeles, santos, vírgenes y cristos que los acompañaban.


Más de 500 años después, los conquistadores ya no se encuentran en Honduras, pero aquel cortejo celestial permanece en el país, atrapado en el tiempo, cumpliendo todavía la misión que les fue encomendada. Para muchos, ellos son parte de lo que ahora se denomina arte colonial religioso. Para otros, la gran mayoría, son más que expresiones de fe; son expresiones de Dios”.

Este texto lo escribí en el año 2000 para la exhibición de mi serie "Expresiones de fe", en el lobby del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, en sus oficinas principales en la ciudad de Washington DC.

Dos años más tarde, a raíz de la doble celebración de los 500 años del descubrimiento de Honduras por Cristóbal Colón y de la primera misa realizada en este nuevo continente, los siempre recordados Leticia de Oyuela y Juan Manuel Posse, en ese entonces director del Museo del Hombre Hondureño, me invitaron a ampliar la serie para ilustrar el libro escrito por doña Lety titulado "Arte y Evangelización".

Desde aquellos ya lejanos momentos hasta la fecha, la serie completa solo ha sido exhibida en las ciudades de San Pedro Sula y Tegucigalpa (exhibiciones que fueron promovidas por el mismo museo durante la dirección de Carmen Cruz). También algunas piezas individuales han sido presentadas en la ciudades de Buenos Aires, Lisboa y París.

Comento todo esto porque tras el éxito el año pasado con mis primeras impresiones de orquídeas hondureñas, y del retrato arrancado a una luna apasionada hace un par de semanas, comienzo formalmente con la serie "Expresiones de fe" una nueva etapa en mi carrera. Tras mucho pensarlo, decidí que era tiempo de compartir las series fotográficas más trascendentes de mi vida como fotógrafo.

Cada una de las imágenes de "Expresiones de fe" fue tomada originalmente en película diapositiva de color (slide) en formato mediano 120 (cámara 6x7 Pentax); posteriormente se digitalizaron en escáner de tambor en formato TIFF y han sido impresas en formato tradicional químico en tamaño 8 x 10 pulgadas (existe una versión impresa en canvas con el procedimiento Gliccé que le da la apariencia sin igual de pintura en lienzo).

La serie que pongo a su disposición, queridos amigos y amigas, está compuesta de 10 piezas ya enmarcadas. Cada impresión ha sido firmada y numerada al reverso y además, tras el montaje final, una cédula o certificado de autenticidad informa los datos técnicos de la misma y detalles históricos sobre la pieza. La idea es dar más que solo la imagen; también aportar conocimiento y orgullo por nuestro patrimonio cultural tangible.

La fotografía es algo más que una cámara y un  click.  Es la oportunidad de atrapar la brevedad de un momento para la eternidad. Más que fotografiar esculturas, lo que traté fue capturar la vida que manifiestan estas piezas de nuestro patrimonio cultural. Para mi, independientemente de su valor religioso, poseen una vida eterna como piezas del arte barroco americano. Espero sinceramente que "Expresiones de fe" les guste tanto como a mi.

Les deseo una semana lleno de salud, trabajo y mil aventuras nuevas.

Gooooooooood morning Vietnam!  Buiti binafi numadas!


                                San Francisco de Asís y San Sebastián. Arturo Sosa .Circa 2002.


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