Carta a un amigo en Turquía

Querido Mako:

A raíz de mis notas en Facebook sobre el envío del libro del Alero Tom a la IUSA, México y las Europas, recibí tu comentario sobre la existencia del correo en Turquía. No lo dudo. Supongo que viene desde la época en que Marco Polo pasó por ahí. O un poquito antes.

Pero viéndote en la foto, medio arropado, en las alturas de no sé dónde, me acordé de todas las veces que nos echamos largas pláticas existenciales en la terracita improvisada de tu depa, echando humo con un buen paquete de Belmont. Y me dije a mi mismo:

- "Mi mismo...definitivamente el Mako se quedó arriba".

También pensé que lo correcto era contestarte, ¡Hey! Si el Sabio Valle se escribía con Alexander Von Humboldt y San Pablo con los Tesalonicenses, entonces, ¿por qué no podría yo escribirle al buen Mako?

¿Solo porque está a 232 millones de pulgadas lejos de aquí? Pues no. ¿Qué es eso comparado con el amor de una madre?  Nada.

Pero me asaltó la duda de si nuestro Correo llegaba hasta allá. Una duda razonable, no lo podrás negar. Así que para curarme en salud, encaminé mis pasos por vigésima ocasión en esta semana, a las oficinas principales del Correo Nacional, allá por Toncontín... (¡Clase de pinceleada!)

Como siempre, las muy amables Alejandra, Erika y Karen me atendieron con las sonrisas más bellas que he visto en este mes (Jéjejeje....ahora entenderás el por qué de tanta visitadera a ese Templo de la Comunicación y del Transporte de cartas, postales, zapatos, tenis Nike, pruebas de embarazo (con su respectiva nota de "Te lo dije, Maje, que usaras esa papada..."), rosquillas, tustacas, marquesotes, confites Venadito, etcétera).

En fin, tras mostrarles esta fotografía (para que te conocieran y vieran el cerro donde andás metido), me contestaron lo siguiente:

1.- Si. También ahí llega el Correo de Honduras. "Está ahí nomasito" - me dijeron.

2.- Dada la importancia de ser vos el primer hondureño que se sube a ese cerro con nombre tan enredado, el Correo Nacional ha decidido mandar el paquete que te envíe con un Cachimber Boy para que te lo entregue en tus propias manos... (Brother....disculpa la pregunta, pero me puse a pensar que si aquí en Honduras hay como unos setecientos mil cerros, montañas, colinas, promontorios, dunas, cordilleras, sierras  y alguno que otro volcán extinto...¿Qué hacés subido allá...tan lejos?)

3.- El Correo considera, por la foto que enviaste, que ese cerro debe de ser un poco grande. Su dieciséis de extenso. Como el Picacho más o menos. O tal vez como el Juan A. Laínez. Por tanto es muy probable que el Cachimber se pierda en ese pijalío.  Por favor, bajate de ahí.

4. -Estando ya abajo, se te pide que proporciones una dirección física en alguna aldea, comunidad, pueblo, ciudad o metrópolí. Un lugar donde el Boy no se vaya a perder o lo vayan a hacer perdedizo...como en la frontera con Siria o con Iraq o Georgia (¡Jé! Casi casi como La 3 de Mayo en Tegus o La López Arellano en Jan Pedro... ¿Vaaa?)

En este punto, yo te sugeriría que buscaras bien un sitio donde te sintás cómodo y que ya conozcas de alguna manera, como para que podás esperar sentado cómodamente.  Por ejemplo, el Centro de Rehabilitación Para Adultos Contemporáneos de la Penitenciaria de Ankara...o el Nosocomio Psiquiátrico Central de Estambul. No sé, un lugar seguro y estable en donde se te pueda encontrar por algún tiempo...largo.

5 - Las funcionarias del Correo te piden que en cuánto llegue el mensajero, por favor le des una coca, una burra y lo mandes de regreso en el primer bus que se pueda. El chavo tiene unas cartas pendientes de entregar en Nacaome.  Y esas sí son "Expreso".

6.- Finalmente, se te recuerda que el importe por el envío es de 145, 279. 23 Lempiras. Si querés, lo podés pagar con tostones, daimes, búfalos, cinquitos, fichas y/o centavitos. Con tal de que lo pagués.

Así que, querido amigo, la primera parte ya está hecha. Te recomiendo que sigas todas las sugerencias de nuestro Correo y que te sentés. Porque como dice Chelato....

Mientras tanto, Que La Fuerza te acompañe...siempre.