Las verdades no contadas sobre la "Ciudad Blanca"


Parece que el tema ha causado revuelo aquí y allá. En Honduras y fuera de Honduras.

Nadie pone en tela de duda el descubrimiento que ha realizado la expedición en La Mosquitia. Y no es de dudar porque el país posee una enorme riqueza arqueológica que no ha sido registrada para la ciencia, para el hombre de ciudad, "el civilizado".

Oscar Neil, arqueólogo  que trabaja para el Instituto Hondureño de Antropología e Historia, IHAH, me confirmó en una comunicación personal hace un par de días, que el país posee alrededor de 6,000 sitios arqueológicos ya registrados, ya inventariados. Pero que existen muchos más que no lo están. Y esto es algo que a mi me consta porque yo mismo he descubierto en mis viajes por el interior del país tres o cuatro de estos sitios. Desconocidos para la ciencia, desconocidos para mí, pero más que populares entre los pobladores locales.

Encontrar un asentamiento arqueológico precolombino en Honduras puede parecer espectacular a primera vista, especialmente entre nosotros, los seres urbanos de este país. ¿La razón? Simplemente porque conocemos poco o nada de Honduras. Sin importar el nivel educativo ni la capacidad económica, en general, esta es una triste verdad.

Encontrar en La Mosquitia o en el Este de Honduras  asentamientos arqueológicos precolombinos es relativamente más fácil si uno recurre a los mapas satelitales arqueológicos donados en las últimas décadas al Estado hondureño por la NASA o por el Gobierno Alemán . Yo puedo afirmar con una mano sobre la Biblia, que un director de la Cooperación Alemana me mostró hace algunos años, con su propia mano, el sitio donde los mapas satelitales alemanes mostraban la ubicación del asentamiento arqueológico más grande en La Mosquitia.

La información siempre ha existido; quien la busca la encuentra.

También puedo afirmar que durante mis viajes a la Biosfera del Río Plátano, conversando de igual a igual, con respeto y humildad con líderes Pech, ellos nos hablaban de sus ciudades sagradas en la selva y de como resentían la actitud de los ladinos (nosotros) al hablar de una "Ciudad Blanca" cuando ellos tienen su propio nombre para ella. Para el pueblo Pech, el término "Ciudad Blanca" es solo una muestra de nuestro etnocentrismo y arrogante ignorancia.

Así que, utilizar ahora etiquetas y frases rimbombantes como "Una civilización perdida" o "Un descubrimiento espectacular" solo afirman este afán de dramatismo "hollywoodense" necesario para cubrirse de gloria vana. Marketing falso.

Más específicamente me preocupa el hecho que dentro de las imágenes que están dando la vuelta al mundo en estos momentos, se aprecia el convoy militar que reguardaba a los miembros de la expedición. El solo hecho de ver soldados fuertemente armados alrededor de los expedicionarios "blancos" pareciera confirmarle al mundo que este es uno de los países más violentos e inseguros del planeta. Lo peor es que National  Geographic es quien lo confirma visualmente.

Todo el trabajo realizado por restaurar la imagen de Honduras en el extranjeros se viene al traste. ¿Habrá más turismo por esta expedición? Si sumamos estas imágenes más la reciente Advertencia Oficial del gobierno norteamericano para viajar a Honduras, pues entonces lo dudo.

Hay que tener cuidado con lo que se escribe y con lo que se lee. La ignorancia sobre nuestra propia tierra puede provocar comentarios y suposiciones muy costosas.

El Dr. Mark Bonta, quien fue la persona que descubrió el asentamiento arqueológico en la Montaña de Botaderos (y que nuestra expedición de Honduras Indómita lo confirmó un año después en el 2003) me escribió el día de ayer para compartir sus opiniones sobre el tratamiento noticioso de estos hallazgos recientes en La Mosquitia.

Para evitar poner palabras incorrectas en mi boca, prefiero compartirles directamente el link que Bonta me envío por correo. Leánlo y descubran otras verdades no contadas sobre Honduras.

Antes de cerrar esta nota, quiero compartirles algo más. Hace unos años, fui invitado por el Centro Cultural de España en Tegucigalpa a tomar un taller sobre periodismo cultural en Costa Rica. El taller era impartido por dos extraordinarios periodistas de grandes ligas. Uno de ellos, Héctor Feliciano, había sido el corresponsal de arte en Europa para el Washington Post por más de 20 años y para mayores señas, él es el autor del libro "El museo desaparecido", una obra ahora referente del periodismo contemporáneo.

Hombre sencillo y afable, Feliciano nos dedicó dos días para enseñarnos los vericuetos, atajos y caminos que deben de tomarse cuando se busca la verdad. Su lección más importante fue:"Busquen siempre contrastar la información". Es decir, cada historia siempre tiene más de una cara.

Hoy les ofrezco eso.

http://blogs.berkeley.edu/2015/03/03/theres-a-real-archaeological-surprise-in-honduras/

Comentarios

  1. Muy buen el artículo lo único en que no comparto es la ref: Para el pueblo Pech, el término "Ciudad Blanca" es solo una muestra de nuestro etnocentrismo y arrogante ignorancia. ...En el mapa original elaborado tras recorrer Honduras por 18 años, el Dr Jesus Aguilar Paz identific "Ciudad Blanca" no en base de un -etocentrismo sino en base de como se llamaba en aquel tiempo por los indigenas.

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  2. Buen dato amigo. Desafortunadamente, no recuerdo el nombre de Ciudad Blanca en lengua Pech; información que me dio el cacique de la comunidad Las Marías en la Biosfera del Río Plátano. Y el disgusto de ellos hacia ese término ladino es parte de lo que aprendí en tres viajes que hice específicamente a la zona.
    Tal vez, los tiempos han cambiado y con ellos las actitudes. pero mi referencia es de primera mano y reciente.
    Saludos cordiales
    Arturo.

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  3. Que buen artículo. En Pech, es Kao Kamasa, ósea Casa Blanca. Nunca hablan de una ciudad. Es un lugar sagrado, pero no necesariamente grande. Gracias, Chris Begley (soy arqueólogo y viví y trabaje bastante con los Pech).

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  4. Muchas gracias Chris Begley por el aporte. Sabemos de todos sus esfuerzos por registrar, estudiar y conservar los tesoros arqueológicos de La Mosquitia y todo el este de Honduras en los últimos 20 años. Estamos a su disposición para continuar estos esfuerzos por difundir nuestros tesoros, nuestra identidad nacional. Saludos cordiales. Arturo Sosa.

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