"En martes...


...no te cases ni te embarques", nos dice el refrán.

¿Por qué martes y no lunes? Digo, sí el lunes nos toca obligadamente levantarnos temprano para ir a la oficina a aguantar al insoportable del jefe, este debería ser el día menos indicado para casarse. O para viajar. O sea, el lunes ya es un pésimo día...¿Cierto?

Entonces, ¿Por qué martes?

La historia de este refrán que además es una superstición, proviene de tiempos muy antiguos. Según el Centro Virtual Cervantes, en la mitología romana el día martes estaba consagrado precisamente a Marte, el dios de la guerra.

Por tanto, era un mal día para emprender algo importante puesto que era un día infeliz. Un día aciago.
Ahora bien, pensemos en esto un momento. Lo de "embarcarse" lo entiendo. No voy a ir de viaje si puedo tener la mala suerte de que se me ponchen tres llantas del carro. Eso está claro.

¿O que tal si me encuentro una manifestación de esas de a 50 pesitos por persona?

Pues no.

Pero, ¿casarse? ¿Por qué no?

Aquí me voy a meter en vericuetos de historia. Y me van a disculpar, pero dicen las malas lenguas (y yo de chismoso y lengón) que Marte era el amante de Venus...de la bellísima Venus.

Fijense Ustedes.

Y bueno, pues si eran amantes y ambos querían y les gustaba, ¿Pa´qué eso de casarse?

Pues sí.

Tal vez por eso nadie se casa en martes. Nadie.

Digo yo...

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