Allí en Bruselas

Anoche jugaron rayuela.

Como nunca.

Sin piruetas peligrosas ni vueltas de carnero. Sin tratar de romper récords mundiales. Sin maromas extremas. Sin pretender nada, sin fingir nada.

Sin prisas, sin pausas.

De hecho, fue muy despacio, bonito. Viéndose a los ojos todo el tiempo.

Una eternidad.

Y fue algo como natural; sin proponérselo, sin intentarlo.

Durante toda la semana habían salido a recorrer la ciudad, siempre a la salida del trabajo de Segis. Ella se encargó de mostrarle lo que él nunca había visto y que sabía le iba a impresionar. Fue la mejor guía, la mejor compañera de viaje.

Y rieron juntos como siempre, otra vez

Y cada noche regresaban al micro departamento, separándose en la pequeña sala. Ella se metía a su cuarto cerrando la puerta sin llave. Él acostándose en el sofacito donde le quedaban los pies de fuera.

Pero anoche no.

Por alguna razón, anoche ella no cerró la puerta.

La dejó abierta.

Y jugaron otra vez...
Y fue maravilloso hasta que Eduvijo comentó, muy suavemente, que quizá podría encontrar un trabajo ahí, en Bruselas...

Silencio total.

Ella se quedó callada. Muy callada.

Y el silencio se prolongó tanto que se fundió con la noche para hacerse uno solo. Y les dolió.

Amanecía ahora. Segis abrió los ojos.

Se dio cuenta de inmediato que él no estaba a su lado. Sin moverse, aguzó los sentidos tratando de escuchar algún sonido proveniente del baño, de la salita.

Nada. Solo los ruidos de la calle anunciando que la ciudad despertaba.

Se dio vuelta. Se levantó y sin ponerse nada encima caminó decidida hacia la salita.
Allí tampoco estaba Eduvijo. Ni él ni su mochila.

Nadie más que ella estaba ahí.

Segis regresó a su cama para acostarse nuevamente. Pero no cerró los ojos. Sí, era cierto, un aire de respiro la llenaba. Y también una duda enorme. Una gran duda.

Segismunda Florentina Carrasco supo en ese momento que esa duda, esa maldita duda, la iba a cargar por el resto de su larga vida.

Para siempre.

Y abrazó sus almohadas de pluma de ganso. Allí en Bruselas.

Fin

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