Fotografía 101...sobre las serpientes, la ignorancia y la fotografía documental



La historia es real.

La primera vez que le tomé fotografías a una serpiente fue a una cascabel, en compañía de mi amigo Jorge Ferrari. Jorge es un verdadero especialista en estos animales así que podía darme el lujo de tomar fotos con todos los debidos cuidados mientras él la manipulaba.

Conforme avanzaba la sesión, el respeto y miedo natural a tan formidable cazador venenoso me imposibilitan acercarme lo suficiente para capturar sus rasgos; la personalidad del ofidio. Ingenuamente, le pregunté a Jorge:

- "Brother...¿Cuánto es lo más que me puedo acercar antes de que me pique?"

Jorge me miró indignado y me contestó:

- "Man...esta es una serpiente, ¡No un zancudo! . Las culebras no pican...¡MUERDEN!"

Apenado por mi ignorancia del lenguaje correcto, traté de corregir el error:

- "Disculpa hermano, lo que en verdad quería preguntar es cuánto puede acercarme antes de que salte y me muerda."

El tipo se volvió  furioso, con los ojos llenos de sangre y me gritó:

- "Brother...las culebras no saltan...¡No son conejos, MAJE!"

La historia es verdadera. Y sirve para demostrar como el fotógrafo debe de profundizar en un tema antes de atreverse a tocarlo. Es parte de "la tarea".  Pensar que solo vamos a llegar, sacar la cámara y hacer fotos bellas es simple y sencillamente, paja. Mentiras.

La serpiente de la fotografía que les comparto es una Atropoides indomitus. Fue descubierta por Jorge Ferrari y Eric Smith, este último, un doctor especializado en reptiles y anfibios del  Museo de Herpetología de la Universidad de Texas.

La serpiente fue descubierta en uno de nuestros viajes, como Honduras Indómita, a la Montaña de Botaderos, a mediados de la década pasada aproximadamente.  El Dr. Smith fue la persona que hizo los estudios de biología molecular para comprobar que en verdad era una especie nueva para la ciencia. De acuerdo al protocolo científico, a él le correspondió el derecho de ponerle nombre a la especie y la llamó Indomitus, en honor a nuestro grupo.

La gente me suele preguntar por qué ya no hago fotografías de portada para revistas como Estilo o Cromos. O por qué ya no hago tanta fotografía comercial  y/o publicitaria como antes.

Bueno, la respuesta es sencilla. Encontré en la fotografía documental un conocimiento que llena mi sed de saber. De aprender. Pero más importante aún es el hecho de la permanencia del registro fotográfico a lo largo de los años venideros. El registro permanece y sirve para las nuevas generaciones. Algo que le cuesta mucho lograr a la fotografía comercial y publicitaria.

Como el caso de esta serpiente, un tesoro de Honduras que hace diez años desconocíamos y que la ciencia también desconocía. Creo sinceramente que el documento te ayuda a construir la nación. Es dejar una marca, un país mejor.

 Por eso.

Que la Fuerza nos acompañe...siempre.

Posdata: nos vemos el sábado con Tom.

Comentarios

  1. mi estimado maestro, como siempre es un honor leer sus artículos y reseñas. Definitivamente la fotografía documental nos deja un legado de historia. Felicidades maestro. Siga adelante!

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  2. Es correcto la magia de la fotografía no esta en la cámara sino en el ojo del fotógrafo, no pretendamos captar un hermoso amanecer si no lo buscamos por la mañana.

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  3. Don Kenneth Madrid: ningún genero es definitivamente, mejor que otro. Pero como me dijo mi amigo Yeco hoy:"Hay géneros que hacen Patria y hay otros que no tanto..."

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  4. Don Nahun Ortíz...quien piense que las cámaras digitales han creado mejores fotógrafos esta equivocado. La magia está en el fotógrafo, no en la cámara.

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