Política 101...La ahora oculta historia de una Cenicienta y un zapato

Pudo haber sido una historia bonita. Con un final bonito.

Pudo.

En qué momento los papeles se trastocaron y la Cenicienta se convirtió en la Malvada del cuento, nadie lo sabe. Y no se sabrá nunca.

Siguiendo la pista de los cordones del zapato, vendrán las casas de alquiler y los (muchos) departamentos para rentar, sobre la carretera a Santa Lucía. Allá por Zarabanda, la pequeña casita de campo (con piscina interior, por supuesto) y las donaciones que nunca llegaron.

Ahora, sin un Principito que la proteja, Cenicienta, como la rosa del cuento, está a la intemperie, desprotegida ante los vientos gélidos que soplan los antiguos y leales amigos. ¿Amigos?  "Amigos... es mentira no hay amigos" sentenció el poeta. Tan solo una manada de lobos feroces que han olfateado sangre fresca, necesaria para la salvación.

Cenicienta sabe que tendrá que sacrificar cabezas. Ajenas y  propias. La negociación será larga y costosa porque del tronco caído todos quieren hacer leña. Todos.

Pudo haber sido una historia bonita. Pero hoy no habrá baile, ni lacayos, ni carrozas, ni vestidos de princesa.

Esta vez solo será una rosa ya sin espinas para defenderse.

Moraleja: Los tiempos cambian; ahora más rápido que nunca. El poder y la inmunidad que brindan el puesto y el dinero son chalecos salvavidas efímeros.

Algo que puede confirmar Otto Pérez Molina.




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