Política 101..."El Estado soy yo"

Así dijo Luis XIV. 

Y también lo creyó Stalin, Hitler, Mussolini. 

"El Estado soy yo" pensó Ortega desde que tomó el poder en el 85 hasta el 90 (y antes, durante La Piñata). Y desde el 2007 a la fecha. Él y la esposa.

Fidel Castro tuvo que haberlo pensado varias veces entre los años de 1959 al 2006.

Alfredo Stroessner se lo dijo a si mismo, sin duda alguna, entre 1959 y 1984 en Paraguay. Reelecto cinco veces. 

Chávez lo volvió moda en Venezuela a lo largo de sus catorce años en el poder. Y fue reelecto tres veces.

Carlos Menem y Alberto Fujimori estuvieron 10 años al frente de sus gobiernos. Correa lleva desde el 2007, un año después que Evo.

Los Somoza mandaron en Nicaragua a lo largo de tres varones. Jean Claude Duvalier y su hijo Francois lo hicieron en Haití durante 29 años. 

Y de todos ellos, solo José Mujica dijo que no. Y prefirió quedarse con su viejo Volkswagen del 87.

¿Qué hace a un hombre (o mujer) desear tanto el poder?

¿Qué voz interior los convence de ser los ungidos...los Llamados?

¿Qué fuerza los conduce a hacer todo lo que tengan que hacer para satisfacer su ansia personal?

¿Quién les autoriza a utilizar el dinero del Estado para financiar sus sueños personales?

Por supuesto, todos ellos proclamaron en algún momento, que su único interés era salvar la patria de los enemigos.  Y así estuvo Pinochet durante dieciséis largos años en Chile. 

"El Estado soy yo"...¿Y qué queda del Reich de 1000 años? ¿De los monumentos a Lenin?

Tal vez es el mejor momento para recordar las palabras del Libertador:  

"La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder.   El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente".
                                                                  
                                                                 Simón Bolívar
                                                         Discurso de Angostura.
                                                        15 de febrero de 1819.