"Él era un muchacho plástico, de esos que van por ahí..."


                                        "Él era un muchacho plástico..." Rubén Blades. 1978.


En la película "El Graduado", uno de los vecinos le pregunta a Ben, el joven recién graduado, si sabe en dónde esta´el futuro del mundo. Ben no sabe la respuesta y el señor se lo dice:

- "Plástico. El futuro está en el plástico."

La película es de 1964, si mal no recuerdo. Dustin Hoffman era un muchacho apenas entrando a los 20 años (y a la actuación) y la película se recuerda por la música maravillosa de Simon y Garfunkel; una más que interesante "Señora Robinson" y un tema que hasta la fecha, sigue siendo tabú.

Pero además de todo esto, también está esa declaración inolvidable.

Esta fotografía lo tomé ayer en mi casa. Y lo hice para demostrar que aun los que somos fanáticos de los recipientes de vidrio dentro del refri, aun aquellos que odiamos los platos, los vasos de plástico y a las chicas plásticas que mencionaba Rubén Blades en su canción, aun nosotros, usamos tantos envases de plástico que no podemos menos que sentirnos culpables de destruir el mundo que nos rodea.

El plástico tiene sus enormes ventajas, sin duda alguna. Extraordinarias ventajas que se manifiestan en casi todos los aspectos de la vida diaria, desde botellas de agua y bolsas del supermercado hasta partes de carros. Desde las tuberías de la casa hasta marcapasos para el corazón. Desde guantes de cirujano hasta "hulitos" para evitar el contagio con el VIH y embarazos indeseados. "Es una gran cosa", como dirían allá en el pueblo.

A pesar de todo esto, cada vez que camino por las calles y carreteras de Honduras, no puedo dejar de sentir tristeza cuando la veo tan llena de basura plástica. Y más me apena cuando voy a las playas. Claro, aquí hay dos problemas extras. Uno es la falta de educación y otro es la ausencia de fábricas que reciclen el plástico. ¿O las hay?

Tratando de averiguar si existen plantas recicladoras, le pregunté a la gente que trabaja en los basureros recolectando los envases de plástico, a quién se los vendían. Me contestaron que los juntan para vendérselos a una fábrica que los tritura y los convierte en algo así como una "pasta de confetti", para después exportarlo a China.

¿A China? Tendré que investigar más sobre eso, sin duda.

Mientras tanto, pienso que es nuestra falta de educación (la de los que somos supuestamente "gente educada") una parte del problema. En realidad, nosotros podemos reciclar nuestros propios envases, los que usamos a diario.

¿Cómo? Por ejemplo, NO compremos un bote personal de agua purificada diariamente. No es necesario. Podemos reciclar el bote que compramos hoy y usarlo dos o tres días más (claro, lavándolo bien) si solo lo "rellenamos" nuevamente desde el garrafón o botellón más grande que está en nuestras casas.

Puede aparentar ser una medida insignificante. Pero sume todos los botes que dejará de comprar y la cantidad de dinero que se ahorrará y quizá, no sean cantidades tan insignificantes.

Hágalo. Siente un ejemplo. El cambio comienza aquí, en nosotros mismos. No viva en una "ciudad de plástico...de esas que no quiero ver" como dice la canción .





Comentarios

  1. Arturo.... fijate que ya dias vengo pensando en ese tema... en comentartelo para que hablaras de ello.... por telekinesis te lo mande :)
    Otro tema terrible es el de las bolsas plàsticas. ¿porque el hondureño pide una bolsa plastica hasta para llevar una misera caja de fosforos?

    Yo ya ratos estoy en huelga de "bolsas caidas" no llevo nada en bolsa, a menos que sea absolutamete indispensable y necesario.

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