Fotografía 101...El lado oscuro de la fotografía
Gooooooooood morning Vietnam! ¡Buiti binafi numadas!
Esta fotografía la tomé hace varios días en el Centro Histórico de Tegucigalpa, pero la pude haber tomado en cualquier parte del país. Desafortunadamente.
El lado oscuro de la fotografía. Apología al mal gusto.
Y lo aclaro desde el comienzo. No tiene nada que ver con el personaje de la página izquierda ni con los finados del lado derecho. Todos ellos se merecen mis respetos y no soy nadie para juzgarlos.
Hablo del sensacionalismo y el morbo con que fueron planteados los reportajes. El chiste barato, de carpa. El amarillismo que rebasa el respeto y la dignidad de los protagonistas de las notas, de los lectores fieles del periódico y de los que como yo, nunca lo leemos pero nos sentimos ofendidos. Y créanme que voy de menos a más; somos muchísimo más los que nos ofendemos, que las dos primeras categorías de público.
No se vale. En un país sumido en la oscuridad, atacados por la corrupción en la izquierda y la derecha, la pérdida de valores en las instituciones privadas y gubernamentales, la carencia de líderes veraces y, ahora, tener que sufrir la ausencia de un periodismo objetivo, no es correcto. No se vale.
Algunos dirán que es culpa del fotógrafo. O del periodista. O de ambos por haber cubierto la nota de esa manera. Es cierto. Pero más culpa es del Editor o el Director, que leyendo el reportaje, decide publicarlo. La responsabilidad de un Editor es lograr la más alta calidad de su producto con la más alta rentabilidad económica. Pero en este caso, pareciera que lo primero se fue al carajo.
Tristemente, esto es un cadena de mando que no para ahí. Al fin de cuentas, el fotógrafo, el reportero, el editor, no son más que empleados de un dueño del medio. Y si el dueño permite y estimula eso, así es como estamos.
No puede ser. ¿De qué sirve tener tanto dinero si se tiene tan mal gusto? ¿Qué leen entonces en sus casas? ¿Para que sirven los grandes discursos al momento de lanzarse a candidaturas presidenciales, si lo que los sustenta es un país lleno de basura que ellos mismos construyen? Doble moral. Falsos profetas. Mal periodismo.
Todo medio de comunicación masivo, tradicional o de las nuevas tecnologías, tiene la misión de informar, persuadir y/o entretener. No de construir apologías al crimen.
Ningún medio de comunicación puede hacer esto. Ni este ni ningún otro. Una cosa es informar y otra es alimentar el amarillismo. Y en un país tan destruido como el nuestro, la misión debe de ser construir, edificar, levantar parámetros. EDUCAR.
Oscar Wilde solía decir. "Solo la muerte y el mal gusto no tienen explicación".
Que la Fuerza nos acompañe...siempre.
Posdata: nos vemos el sábado, si el Chavo de Arriba lo permite.
Esta fotografía la tomé hace varios días en el Centro Histórico de Tegucigalpa, pero la pude haber tomado en cualquier parte del país. Desafortunadamente.
El lado oscuro de la fotografía. Apología al mal gusto.
Y lo aclaro desde el comienzo. No tiene nada que ver con el personaje de la página izquierda ni con los finados del lado derecho. Todos ellos se merecen mis respetos y no soy nadie para juzgarlos.
Hablo del sensacionalismo y el morbo con que fueron planteados los reportajes. El chiste barato, de carpa. El amarillismo que rebasa el respeto y la dignidad de los protagonistas de las notas, de los lectores fieles del periódico y de los que como yo, nunca lo leemos pero nos sentimos ofendidos. Y créanme que voy de menos a más; somos muchísimo más los que nos ofendemos, que las dos primeras categorías de público.
No se vale. En un país sumido en la oscuridad, atacados por la corrupción en la izquierda y la derecha, la pérdida de valores en las instituciones privadas y gubernamentales, la carencia de líderes veraces y, ahora, tener que sufrir la ausencia de un periodismo objetivo, no es correcto. No se vale.
Algunos dirán que es culpa del fotógrafo. O del periodista. O de ambos por haber cubierto la nota de esa manera. Es cierto. Pero más culpa es del Editor o el Director, que leyendo el reportaje, decide publicarlo. La responsabilidad de un Editor es lograr la más alta calidad de su producto con la más alta rentabilidad económica. Pero en este caso, pareciera que lo primero se fue al carajo.
No puede ser. ¿De qué sirve tener tanto dinero si se tiene tan mal gusto? ¿Qué leen entonces en sus casas? ¿Para que sirven los grandes discursos al momento de lanzarse a candidaturas presidenciales, si lo que los sustenta es un país lleno de basura que ellos mismos construyen? Doble moral. Falsos profetas. Mal periodismo.
Todo medio de comunicación masivo, tradicional o de las nuevas tecnologías, tiene la misión de informar, persuadir y/o entretener. No de construir apologías al crimen.
Ningún medio de comunicación puede hacer esto. Ni este ni ningún otro. Una cosa es informar y otra es alimentar el amarillismo. Y en un país tan destruido como el nuestro, la misión debe de ser construir, edificar, levantar parámetros. EDUCAR.
Oscar Wilde solía decir. "Solo la muerte y el mal gusto no tienen explicación".
Que la Fuerza nos acompañe...siempre.
Posdata: nos vemos el sábado, si el Chavo de Arriba lo permite.
Desafortunadamente, la culpa es de todos: del periodista y del fotógrafo que sacrifican el principio de la ética por cumplir con una cuota noticiosa que pondrá su nombre en el periódico; del editor que recurre al sensacionalismo para justificar su puesto con la venta de ejemplares y del público, que ofendido o no, lo lee por el morbo, el chisme y por tener algo de qué hablar con los amigos en la tarde. Tenemos la prensa que nos merecemos, esa prensa amarillista, soez y ruin existe porque hay quien la consume y la compra, de lo contrario ya habría desaparecido. Mientras los profesionales de la comunicación estén dispuestos a sacrificar su ética de trabajo por Lps. 200 más al mes, supongo que los hondureños seguiremos consumiendo la basura que nos venden.
ResponderEliminarLastimosamente esto no es nuevo...Hace años cuando Lady Di murió en aquel trágico accidente en Paris, se creó un pseudo movimiento que descargó la ira contra los fotógrafos-o papparazzis. Desde aquel momento varias personas llorando a Lady Di se molestaron conmigo pues les dije que la culpa era en parte de ellos y la solución era no comprar esas revistas con fotos de ella, así esos medios tendrían que cambiar su contenido para subsistir.
ResponderEliminarAhora se venden más ejemplares de esas revistas.
Desafortunadamente ambos tienen razón. La culpa es de todos nosotros por permitir, con la compra, que estas actitudes persistan y florezcan. Basta con dejar de leerlos y pronto,muy pronto perderán clientes de publicidad.
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