"Me da un capuchino con leche descremada, por favor..."

Alex, nuestro instructor en el taller de barismo, se quedó de una pieza cuando escuchó esto. Es más, frunció el ceño con cara de pocos amigos.

Y bueno, Alex es un instructor certificado por la SCAA (The Specialty Coffee Association Of America) y por la SCAE (Speciality Coffee Association of Europe). 

O sea, de que el hombre sabe, pues si.

El comentario se dio en el taller porque una de las compañeras asistentes comentó que en la cafetería donde ella atendía, es frecuente que personas de cierta edad pidan así su capuchino: con leche descremada. 

Creo que es algo comprensible porque todos sabemos que con la edad, el cuerpo ya no soporta tan bien como antes las grasas que contiene la leche entera.  O porque la gente anda a dieta y piensa que así no afecta tanto la cantidad de calorías que está consumiendo. 

Pero también es cierto que para poder disfrutar a plenitud un buen capuchino (preparado como debe de ser, por supuesto), solo puede suceder si se prepara con leche entera (y no quiero sonar a publicidad pagada, pero si se trata de leche con mayor cantidad de grasa, esa es Leyde. Es la mejor para hacer capuchinos).

¿Por qué leche entera?

Porque la esencia del capuchino es la crema que surge en la preparación correcta. Crema y un poco de espuma. Y la crema solo va a aparecer si la leche contienen la cantidad correcta de grasa. 

Una leche semi o totalmente descremada ha eliminado la grasa. Sin ella, pues no se puede generar la crema que define a lo que es un capuchino y lo que en realidad se está tomando es un café con leche y espuma. Ah...y con azúcar.

El comentario de la compañera generó cierta discusión ese día en el taller. Al fin y al cabo, cada quien es dueño de su propia panza y sus dolores. ¿Cierto?

La respuesta salomónica de Alex, en esa ocasión, fue muy sencilla: "Hagánle el café como lo pidió el parroquiano. Pero enséñenle por qué está tomando un café que no es un verdadero capuchino."

Punto final.

Ah...y según los italianos, el capuchino solo se toma en la mañana. De preferencia con pan dulce.

¿Capisci?

                        
                                       Un buen capuchino, con un poco de arte, en la Cafetería Welchez en la Finca Santa Isabel en Copán.








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