¿Café con chelo?


                                Jurado catando los mejores cafés en el IX Festival de Marcala.

El fin de semana pasado me perdí buscando café. Buen café, café con calidad. Una travesía que ahora es toda una experiencia maravillosa.

Hace unos años atrás, cuando me metí a esto de aprender del café hondureño, el país apenas comenzaba a dejar atrás una desafortunada época de prácticas privadas comerciales poco éticas en los mercados internacionales. Y de pilón, con malos manejos agrícolas (algo que nunca se mencionaba en voz alta, pero que todos sufríamos). La mejor prueba de esto fue que nuestro café estuvo penalizado en el comercio mundial durante muchos años. Multas y penas realmente tristes. Costosas.

Pero ahora, los tiempos han cambiado y el antiguo monopolio que antes gobernaba la agro industria del rubro en el país se ha resquebrajado. Nuevos, eficientes y emprendedores actores están ahora en el escenario, produciendo y tostando buen café. Café con calidad. Con buenas prácticas. Y lo he comprobado.

Así que tomé carretera y me fui al Festicafé El Paraíso y al IX Festival Café Cultura Marcala. Y miren ustedes que he regresado más que sorprendido y sobre todo satisfecho. No solo porque tomé buen café (me atiborré de puro café especial de Estricta Altura) sino porque también compartí con productores nacionales empeñados en cosechar solamente el mejor café; beneficios que se preocupan por trabajar con esmero y calidad; instituciones gubernamentales e internacionales que realmente trabajan por el rubro y hasta con compradores extranjeros que andaban haciendo lo mismo que yo: buscando buen café hondureño.

Durante mi viaje platiqué con alemanes, vi un bus cargado de compradores taiwaneses, escuché de ingleses que estuvieron el día anterior y hasta dizque caté con Erin, una más que simpática californiana que ahora vive en San Pedro Sula y que se dedica, precisamente, a buscar el mejor café del país.

Les cuento todo esto porque no saben  lo orgulloso que se siente uno al ver tanto extranjero metido en fincas de café en Marcala y El Paraíso. Pensar que vienen de tan lejos en busca de nuestro oro rojo hace que me pregunte: ¿Qué saben ellos que nosotros, simples mortales urbanos, no conocemos?

Sería bueno saberlo, ¿cierto? Compartir ese conocimiento. Aprender a saborear un buen café; saber cómo se debe de preparar y degustarlo correctamente. Olvidarnos de esos cafés negros carbón, hirviendo como el infierno, repletos de azúcar y peor aún, recalentados de la mañana, que nos enseñaron a tomar los de antes.

Creo que es una buen idea. Para comenzar, si les interesa y si viven en Tegucigalpa, hoy habrá una "Tardecita de Café" en el Hotel Casa Bella (allá por la colonia Palmira).  Se degustará Café Orgánico 18 Conejo de Marcala y además, la exquisita Shirley Paz deleitará con su chelo. ¿Hora? 4:30 pm en adelante.

¿Café con chelo?

Cuando se trata de saborear lo mejor de Honduras, la combinación es perfecta.



                   Gerrit Hollmmann, scouter alemán que visita regularmente el país acompañado de                               compradores de Hamburgo y otras ciudades germanas. Marcala 2015.


               "La Patrona" y sus hijas. Orgullosas productoras de buen café en El Paraíso.






Comentarios

  1. Es cierto Arturo, que con gran esfuerzo y nuevos aprendizajes nuestros caficultores han logrado ir construyendo la actual CULTURA DEL CAFE, de la que tod@s deberiamos tener informacion y sentirnos muy orgulloos@s!

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