3 Salas, 3 Generaciones

                                                "S.O.S" Instalación de Adonay Navarro.


Y de repente allí estaba.

En medio de la nada.

En medio del todo que perdimos.

En pleno centro de Tegucigalpa.


Escuchando el eco de ayuda que lanzó Adonay Navarro en su instalación de arte contemporáneo.

En una de las 3 Salas, 3 Generaciones, de la Galería Nacional de Arte.

En la nueva Galería Nacional de Arte y que no conocía.

Llegué el jueves pasado acompañando a mi hijo Alberto a la inauguración del Jardín Escultórico. El primero de su tipo.

Y me sorprendí. Porque por vez primera en muchos años, la escultura toma el lugar que le corresponde en las Artes hondureñas gracias a una nueva visión de la gestión cultural y artística. Un relevo que la Galería ocupaba a gritos y que ahora la pone en la vanguardia.

Encontré un jardín escultórico sorprendente. Un proyecto que no hubiera sido posible sin el apoyo enorme de Banco del País. Y esto es algo que debe de resaltarse: tiene que ser un banco con otra mentalidad el que apoye tan visionariamente un proyecto de arte. Es obvio que Banpaís sí entiende que la cultura y el arte son los verdaderos modelos de desarrollo sostenible

También encontré tres salas. Tres generaciones de artistas.

Miguel Ángel Ruíz Matute, el gran Maestro, el pintor hondureño que pasó la mayor parte de su vida en Europa y él que, según Leticia de Oyuela, "fue el pintor hondureño que ha disfrutado mayores plenitudes en vida", es la primera de las salas.

Una sala para ver y disfrutar; para llenarse el espíritu con los delicados tonos de la pintura del Maestro Matute.

Santos Arzú es el presente.

La segunda sala nos muestra a un Arzú redescubriendo su propia memoria (y vida) a través de la muerte, a través de la perdida personal y la extiende a toda una sociedad con cicatrices ("Somos un pueblo en resiliencia eterna, amortajado para vivir..." nos escribe el artista).

"Sudarios y Centinelas: danza del tiempo en el mar sin orillas" es una instalación de grandes tamaños; tan grandes como los continuos pensamientos de un artista que tiene la osadía de cuestionarse una y otra vez, en un país donde la gente no cuestiona nada.

Finalmente, Adonay Navarro es el futuro.

Tal vez, Ezequiel Padilla estaría más que contento de ver un artista joven llenando las palabras que tanto repetía en vida: "El arte en función del hombre, para el hombre".

Adonay nos desnuda como lo que somos; devoradores de nuestra propia Tierra. Descubre nuestras sórdida relación con el monstruo que alimentamos: la Hidra de mil cabezas llamada ahora Corporaciones.

Navarro nos muestra las cenizas que dejamos a nuestro paso. Las que heredaremos a nuestros hijos.
3 Salas, 3 Generaciones.

La Galería Nacional de Arte, ahora en el Paseo Liquidámbar, ha vuelto a vivir.

Y se le aplaude.


"Sudario y centinelas: danza del tiempo en el mar sin orillas ".  Instalación de Santos Arzú Quioto.

                   Colección "El Contemplado". Óleo sobre tela. Migul Ángel Ruíz Matute.

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